HISTORIA DE LA DEVOCIÓN POPULAR AL CURA VALERA
RECONOCIMIENTO Y MEMORIA

En este apartado hemos pretendido recoger cronológicamente y de forma detallada la historia de una devoción popular.

Nuestro Cura Valera aún no es santo para la Iglesia Universal, aunque esperamos y rezamos para que pronto lo sea; pero en Huércal-Overa se viene venerando su memoria y acudiendo a su intercesión paternal desde el mismo momento de su muerte.

Esta historia de piedad, devoción, esfuerzo y memoria ha nutrido y sigue nutriendo la historia más reciente de los huercalenses así como la de las diócesis de Cartagena y de Almería. Empecemos nuestro viaje en el mismo momento en que nuestro «santo cura» inició su viaje hasta el Padre. 

1889

El 7 de diciembre de 1889, el Cura Valera recibe la Extrema unción.

Los vecinos de Huércal-Overa adoran a su bondadoso párroco y es tal el entusiasmo que por él tienen que lo veneran como santo contándose infinidad de prodigios suyos. (…)

Dios quiera conservar la vida de tan santo y virtuoso sacerdote para bien suyo y de aquel vecindario”.

El Diario de Murcia, del 11 de diciembre de 1888.

El 15 de marzo de 1889, fallece el Cura Valera.

El 19 de marzo de 1889, el Cura Valera es solemnemente enterrado en el presbiterio de la Iglesia parroquial de la Asunción de Huércal-Overa.

El 1 de abril de 1889, el Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Cartagena recoge la noticia del fallecimiento del Cura Valera.

El 24 de marzo de 1889, el periódico local de Huércal-Overa, El Almanzora, publica un número especial en su memoria.

Entre los meses de marzo y abril de  1889,   El Almanzora publica varios artículos y menciones especiales en memoria del Cura Valera.

Durante el año 1889, aparece publicada en Huércal-Overa una primera biografía “Viografía del Sor. Cura D. Salvador Valera”, de 23 páginas y editada por la Imprenta de la Libertad.

(Es probable que se trate de la biografía redactada por Indalecio Camacho, sacristán del Cura Valera y que se reeditaría posteriormente, en los años 50 o 60 del siglo XX, por  Gráficas Sánchez)

 

1890-1900

Durante 1897 aparece publicada la semblanza “El Cura Valera. Un documento humano  “, de D. Luis López Ballesteros y editada en Madrid.

El 7 de noviembre de 1897, el periódico local de Huércal-Overa, La Razón, en su primer número, anuncia la publicación de unas Memorias del Cura Valera.

“Accediendo gustosos a las indicaciones de algunos de nuestros suscritores, comenzaremos en breve la publicación de una interesante y detallada Memoria escrita por D. Indalecio Camacho Gómez, consagrada a detallar los principales acontecimientos de la vida del inolvidable y santo varón D. Salvador Valera Parra, Cura Párroco que fue de esta villa, con un prólogo de uno de nuestros redactores.

Abrigamos la creencia de que todo cuanto verifiquemos en este sentido, merecerá la aprobación del público”.

1901-1910

El 19 de julio de 1907, el Ayuntamiento de Huércal-Overa acuerda dedicar una calle al Cura Valera y erigirle una estatua cuando se acabe el arreglo de la plaza de la Iglesia.

Entre 1908 y 1909 aparece editado el Tomo III de la Historia de la villa de Huércal-Overa de D. Enrique García Asensio, con un amplio capítulo dedicado al Cura Valera.

1911-1920

Entre enero y marzo de 1912, D. Enrique García Asensio publica dos artículos sobre la figura del Cura Valera en la Revista de la Sociedad de Estudios Almerienses.

El 1º de noviembre de 1915, el párroco de Huércal-Overa, Don Diego Alpañés, escribe a D. Enrique García Asensio, mostrándose favorable a la apertura de un proceso de Beatificación.

(…) Se lamenta Ud. de la escasa colaboración que le han prestado los más llamados a administrarle datos biográficos de su venerable paisano el Cura Valera, y sospecha que haya influido en ésta alguna rivalidad profesional; y yo encuentro prudentísima esta moderación de mis compañeros, ya por tratarse de una honra tan relevante para su clase, por lo que su testimonio podría ser recusado, ya porque teniéndose que referir a sucesos tan delicados y prodigiosos, como son los que la voz pública hace intervenir a su Cura por antonomasia, no han debido quitar ni poner, sino dejar íntegro el asunto a quien tiene la misión de decidir acerca de lo sobrenatural. Pero lejos de ellos un sentimiento de rivalidad que no se explicaría, debo yo a sus referencias la idea de que hay méritos suficientes para entablar sobre el caso un proceso canónico, en el que cabrían, para depurarlos y estudiarlos, tantos hechos maravillosos como se refieren, de los que Ud. mismo, por una bien entendida prudencia, ha prescindido en su Historia, incurriendo en la misma moderación que tan mal le ha sentado en mis compañeros. Esa estela de intensa y profunda veneración que el venerable sacerdote ha dejado en pos de sí y que sólo ella hace verosímiles los prodigios que se le atribuyen, es su mejor apología, y da la clave para adivinar su mérito, que principalmente estriba en las virtudes que practicó y que un proceso canónico nos daría a conocer. A su disposición me tendría Ud., en mi calidad de Cura de esta parroquia, y con verdadero entusiasmo, si quisiera poner en juego su valimiento y actividad para promover la incoación de este expediente, antes de que desaparezcan los contemporáneos de esta eximia gloria local.

Carta manuscrita de D. Diego Alpañés a D. Enrique García Asensio
(Prop. Flia. García)

El 1º de septiembre de 1915, el periódico local de Huércal-Overa, La Voz del Ateneo, publica un artículo en el que se relanza la idea el Monumento al Cura Valera.

El 20 de marzo de 1916, La Voz del Ateneo, publica un número especial en memoria del Cura Valera.

En marzo de 1917, la revista granadina Cervantes publica el soneto “Retrato del cura Valera. Cincelado por Hugo Moreno, Clérigo de Misa”.

Entre el 30 de abril y el 31 de mayo de 1917, D. Fernando Palanqués, historiador local de Vélez-Rubio, publica en la Revista Alambra sus tres artículos sobre “Glorias regionales: El Cura Valera y su biógrafo D. Enrique García Asensio”.

Hay en la hermosa obra de mi difunto amigo un sólo capítulo que vale por todo un poema, pues supo derramar en él, bajo una galanura sorprendente en la forma, todas las ambrosías de su alma delicada y culta. Me refiero el capitulo XLVI de la Época contemporánea, el último de la parte histórica, consagrado al más legítimo orgullo de los huercalenses, al santo Cura Valera, aquel documento humano» -como le llamó gráficamente un ilustre escritor madrileño (l)- «…corazón encendido en el amor de Dios (son su frases), alma de apóstol y temperamento de mártir, que vivió como un asceta y murió como un justo…» después de haberlo dado todo por amor a sus feligreses: honores, riquezas, jerarquías, los vestidos de su cuerpo y hasta las viandas destinadas a su mesa.

(…) Ten presente que éste ha de ser uno de los mayores blasones de tu labor patriótica, pues figuras como esa la tienen pocos pueblos. No han de ser sólo los primates de la Política, de la Magistratura, de la Iglesia o de las Armas los acreedores al homenaje del historiador: quien desdeñó jerarquías y honores para consagrarse al bien moral y material de sus compueblanos y feligreses, es más digno de las alabanzas de la Historia que el que se encumbra hasta las cúspides sociales con los escabeles del talento, de la ambición o de la vanidad.

El Cura Valera, la encarnación más viva y práctica de ese Código de los humildes que se llama el Evangelio de Cristo, resulta dentro de su pobre sotana, remendada y raída, más grande y excelso, infinitamente más, que su paisano Trúpita (2) y que todos los magnates revestidos con los oropeles de la fortuna.

(nº 459, pp. 205-206)

El historiador huercalense logró dar cima gallarda a su nunca bastantemente encomiado libro, con la extensa y bien documentada biografía de aquel modelo de párrocos que se llamó D. Salvador Valera Parra, coronando así con cúpula de oro –lo digo sin hipérbole- su patriótica y monumental labor. Baste decir que con ser grande per se la figura del protagonista, acertó a darle un simpático relieve en periodos tan llenos de poesía y honda ternura que deleitan y conmueven aún al lector más estoico. Y todo en un estilo embellecido con la habitual modestia que rebosa en sus escritos, pero tan sentida e ingenua que subyuga y emociona a cuantos, como usted y como yo, amigo Bordiú, sentimos y pensamos un poco con el corazón levantado.

(…) Y en verdad que mi llorado amigo, que en medio del escepticismo reinante y de las complejas funciones de la magistratura que ejercía (2) no se desdeñó nunca de enviar desde el corazón a los labios las dulces plegarias de la religión católica que bebió en el materno regazo, ha conseguido, tal vez sin proponérselo, abatir las alas de la incredulidad en la mente sectaria de más de un pseudo corifeo del anticlericalismo de moda. ¿Cómo? Mostrando a la faz de la región, con la elocuencia de los hechos, la santa idolatría que siente un pueblo por ese cura humilde que fue, en la tierra, viva encarnación de la excelsitud del sacerdocio. Y es que, como dijo galanamente el escritor madrileño antes aludido, bueno que se desprecie a un pueblo que se envilece rindiendo culto a un ídolo ridículo; pero cuando ese pueblo llora perennemente la pérdida de un hombre que vivió setenta y dos años empleándose en el bien, feliz en la pobreza y predicando la virtud con el ejemplo, el descreído retrocede y deja paso libre a la fe».

Leyendo la biografía de D. Salvador Valera, me asalta el deseo de acudir a prosternarme ante la lápida mortuoria de aquel prodigio de abnegación evangélica que practicó el sacerdocio cristiano a la manera del imponderable asceta de Asís. Y allí, después de rendir el tributo de mi admiración a sus cenizas venerandas, invocar su espíritu para decirle:

(…) ¡Cómo sorprenderme, pues, de que sus coterráneos, los buenos huercalenses, sigan plañendo todavía con acentos inextinguibles de amargura la pérdida irreparable de aquel incomparable asceta ante quien doblaron la rodilla, en son de respeto, obispos y magnates!… Ni cómo extrañar tampoco que el inolvidable García Asensio me aseverara que sin la existencia del santo Cura Valera acaso hubiera quedado perennemente inédita su colosal labor de acopio e investigación histórica.

(nº 460, pp. 222-224)

1921-1930

El 10 de marzo de 1928, el periódico local de Huércal-Overa, El Almanzora (2ª época), publica un número especial consagrado a la memoria del Cura Valera.

Entre 1928 y 1933, el párroco de Huércal-Overa, D. Bartolomé López Cerón, recopila testimonios sobre la intervención del Cura Valera durante la epidemia de cólera en Overa.

(…) El párroco de ésta que fue D. Bartolomé López Cerón [párroco de 1926-1933], a petición del Sr. Obispo de Cartagena, fue a la diputación de Overa a investigar lo que hubiese de cierto en el milagro del cólera. Reunió a 12 ancianos (quiso que fuesen 12 como los apóstoles) y le corroboraron que la epidemia de cólera estaba haciendo estragos, que llegó el santo Cura y dijo que el cólera se había terminado, como así fue, y no hubo más muertes y los enfermos sanaron prontamente.

Notas mecanografiadas de D. Antonio Jiménez (Archivo familiar)

El 16 de diciembre de 1929, el Ayuntamiento de Huércal-Overa acuerda, de nuevo, erigir una estatua al Cura Valera, cuando se acabe el arreglo de la plaza de la Iglesia.

En diciembre de 1929, El Almanzora (2ª Época) relanza la iniciativa del Ayuntamiento para erigir una estatua al Cura Valera en la plaza de la Iglesia.

1931-1940

Durante la contienda civil (1936-1939), el célebre Cura Morales, significado republicano, se interesa por la tumba del Cura Valera ante los milicianos que han profanado la Iglesia de Huércal-Overa

(…) Tristemente célebre se hizo el pseudónimo de García Morales durante la última guerra Civil; encubría el nombre de un pobre sacerdote perturbado, que por caridad no descubrimos. Estuvo al servicio de la horda roja escribiendo en la prensa artículos elogiosos de la religiosidad de Azaña y compinches mientras eran asesinados miles de sacerdotes y miles de seglares por el hecho de ostentar su catolicidad. Este García Morales nos dicen escribió un libro mucho antes de la revolución marxista en el mismo tono que sus artículos periodísticos. En él fustigaba dura y acremente al sacerdocio al que titulaba de burgués. En este libro pone como prototipo de sacerdotes al Cura Valera.

Este pobre desgraciado sacerdote, a los pocos días de estar refocilándose los milicianos en el desenfreno de sus bajas pasiones, pasó por éste en lujoso automóvil con buena escolta de facinerosos. Preguntó si se había profanado la tumba del Cura Valera, y al contestarle que no, dijo a los milicianos “respetad esa tumba, y al que intente tocarle, le advierto que se entenderá conmigo”. Bien a las claras tenía el destrozo causado en la Iglesia, cuando en la carretera servía de garita el dorado tabernáculo de nuestro Altar mayor, que no le impresionó; pero “Respetad la tumba del Cura Valera”.

Notas mecanografiadas de D. Antonio Jiménez (Archivo familiar)

El 17 de abril de 1937, el Ayuntamiento republicano de Huércal-Overa, en plena Guerra Civil, debate sobre el cambio de nombre de las calles y un concejal defiende abiertamente, con el riesgo que ello conllevaba en dichas circunstancias, el preservar el nombre de la calle “del Cura Valera”.

El 12 de febrero de 1938, el diario nacional FOTO publica un reportaje sobre la aparición milagrosa del Cura Valera a unos milicianos que ocupaban la Iglesia parroquial de Huércal-Overa.

Acabada la contienda civil, se comprueba, durante las obras de restauración del Templo para su purificación, que la tumba del Cura Valera no ha sido profanada.

1941-1950

Durante los años 1942-1943, se procede, por el párroco (D. Antonio Tormo) y por D. Antonio Jiménez,  a la recogida de cuarenta declaraciones de testigos de la vida y milagros del Cura Valera.

El 15 de febrero de 1944, se solicita oficialmente a la diócesis de Cartagena la iniciación del proceso de Beatificación del Cura Valera.

(…) Hizo desde luego los trámites y llegó a nombrar Postulador en Roma, y estaba muy ilusionado con la beatificación y… se publicó el dicho libro del buen escritor y gran orador D. Juan Hernández Fernández de Murcia, no el mío.

(…) pasó al Obispado de Almería paralizándose las gestiones hechas en Murcia para la Beatificación al pasar a Almería los documentos que tenían en Murcia seguramente irían las declaraciones tomadas por mí.

Notas mecanografiadas de D. Antonio Jiménez (Archivo familiar)

El 19 de febrero de 1944, el entonces obispo de Cartagena, D. Miguel de los Santos y Gómara, forma una Comisión para la toma de declaraciones de testigos en vistas a la incoación del proceso de Beatificación del Cura Valera.

El 27 de febrero de 1944, una iniciativa popular solicita al Ayuntamiento de Huércal-Overa conmemorar la memoria del Cura Valera y se crea una Comisión al efecto, acordando la instalación de una lápida en el presbiterio de la Iglesia.

El 27 de febrero de  1947, se instala la lápida sobre su sepultura en el presbiterio del templo parroquial de Huércal-Overa.

El 24 de abril de 1947, el Ayuntamiento de Huércal-Overa, en pleno, propone y acuerda la erección -esta vez definitiva- del monumento al Cura Valera.

El 8 de mayo de 1947, el Ayuntamiento de Huércal-Overa, en pleno, propone y acuerda delegar en el alcalde todo lo relativo a la erección del monumento y de la lápida, así como contribuir a la suscripción popular abierta a tal fin con 2.000 Ptas.

El 19 de agosto de 1948, el Ayuntamiento de Huércal-Overa acuerda la proposición del marmolista Antonio Bolinches para la ejecución definitiva del monumento por 50.000 pesetas.

El 9 de febrero de 1949, el Ayuntamiento de Huércal-Overa acuerda estudiar la proposición de D. Antonio Jiménez Navarro de editar la biografía que tiene redactada del Cura Valera.

En julio de 1950, la revista local de Huércal-Overa, Ruta Azul, publica los actos previstos para la inauguración del monumento, así como algunos artículos referentes al Cura Valera.

El 16 de julio de 1950, se procede a la inauguración oficial del monumento al Cura Valera (43 años después de la primera tentativa).

1951-1960

El 28 de enero de 1952 se inaugura el Instituto de enseñanza media llamado “Cura Valera” en honor al insigne sacerdote.

El 20 de octubre de 1954, el obispo de la diócesis de Cartagena, Don Ramón Sanahuja y Marcé, designa a D. Manuel Bonet y Muixi como postulador de la causa de Beatificación del Cura Valera.

El 1º de febrero de 1955, el Boletín Oficial del Obispado de Cartagena publica un artículo del obispo Sanahuja sobre el proceso de Beatificación de Cura Valera.

Hacia el proceso de Beatificación y Canonización del Rvdo. Salvador Valera Parra

A nuestro Istmo. Cabildo, venerado Clero Diocesano y amados hijos en Jesucristo.

Ya en los primeros meses después de habernos posesionado de esta Diócesis de Cartagena tuvimos noticias de la santidad y buena fama del que aun ahora popularmente es llamado el “Cura Valera”, hablándonos diversos Sacerdotes con elogio de él.

El Rvdo. Salvador Valera Parra es hijo de Huércal-Overa, en donde nació en el año 1816 y allí murió en 15 de marzo del año 1889.

Su trayectoria sacerdotal se circunscribió casi exclusivamente a dicha parroquia, salvo un corto paréntesis en que regentó la parroquia de Alhama de Murcia, y luego otra corta estancia rigiendo la Arciprestal de Santa María de Cartagena.

No obstante esta especie de aislamiento en que pasó casi toda su vida este hombre de Dios, su fama está extendida y perdura, no sólo en el territorio comarcal de Huércal-Overa, sino que se celebra en toda la Diócesis aun entre personas seglares.

Nuestra primera Visita Pastoral, que practicamos en el año 1951, nos dio ocasión de comprobar el ambiente de admiración y veneración religiosa que se respira entre los fieles todos de aquella parroquia que tuvo la dicha de ser regida en dos etapas que comprenden la mayor parte de la vida sacerdotal de aquel santo varón, y este ambiente perdura, a pesar de la distancia de 66 años después de su muerte, cuando han desaparecido casi todos los feligreses que le conocieron, y ciertamente todos los que le trataron.

Supimos entonces que en todas las casas está el retrato de este santo Párroco, que se le invoca en las necesidades particulares y domésticas, y que su memoria está tan presente en aquella parroquia, como si se tratara de una persona familiar, bienhechora y necesaria a cada familia de la población.

(…) Es el Cura Valera una gloria auténtica de la Diócesis de Cartagena, como lo son los santos para sus respectivos lugares de origen.

Más todavía cuando se trata de un santo confesor, el cual durante muchos años ha debido ejemplarizar con sus virtudes heroicas al pueblo donde vivió, dejando a su paso el aroma de la santidad un día tras otro, como lección intuitiva y viviente del evangelio santo.

(…) Es una de las señales de la verdadera santidad la pervivencia de la fama, estima y veneración, sesenta y seis años después de la muerte de un hombre de Dios. Y cuando los datos históricos proyectan tanta luz sobre la persona venerada, obliga ello a formularse la pregunta de si querrá Dios darnos un ejemplar más cercano a nosotros que desde los altares nos predique con su ejemplar vida, nos bendiga e interceda por nosotros, empuje a nuestros sacerdotes y vitalice nuestra Diócesis, que es la suya, hacia metas más altas de santidad.

(…) Sintiéndonos responsables del tesoro de bienes morales y sobrenaturales de la Diócesis, nos corresponde plenamente la iniciativa en la defensa y encumbramiento de las virtudes sacerdotales que hemos admirado en la lectura de los numerosos testimonios que han declarado, concordes, los hechos y vida virtuosa del Cura Valera.

Somos testigos de propia experiencia de la fama viva y total que perdura en nuestros días en Huércal-Overa y en los pueblos vecinos, y de la cual participa todo el Clero de la Diócesis.

Por lo cual creemos que hay base holgada para pedir a la Santa Sede se digne autorizar la introducción del Proceso de Beatificación y Canonización de este venerado Sacerdote y Párroco ejemplar. Hemos dado los primeros pasos para el señalamiento de Postulador de esta Causa. Y seguiremos, con la ayuda de Dios, todos los trámites que son precisos para lograr tan alto fin.

(…) Consideramos que es una gracia muy singular para esta Diócesis alcanzar el fin que pretendemos. Porque no sólo es la gloria y renombre humano para la Diócesis, sino que el reconocimiento que la Iglesia otorga de la santidad de un alma, es un llamamiento que hace para que se le invoque, y no en vano, sino como intercesor seguro en nuestras necesidades temporales y del espíritu.

Por lo cual confiamos a la oración el éxito de este empeño. Rogamos a nuestros amados Párrocos especialmente pidan con insistencia a Dios la dádiva preciosa de un santo diocesano. Que exciten a los fieles a la confianza en la intercesión de este Sacerdote, a fin de que el Altísimo otorgue su aprobación plena con el milagro a la oración de sus devotos.

Obra de toda la Diócesis debe ser el impulso que nos conduzca al logro de otro cura de Ars, pero salido de nuestra propia tierra, que con tanto amor ha evangelizado.

Con estas breves líneas, venerados Sacerdotes y amados diocesanos, nos apresuramos a daros la noticia agradable, que sabemos deseabais desde mucho tiempo ha.

Pronto divulgará los datos de la fisonomía espiritual del Cura Valera la Biografía a punto de terminarse.

Quiera Dios que las etapas que se vayan superando en este laborioso proceso podamos comunicároslas con la rapidez que deseamos, exclusivamente para la mayor gloria de Dios y el bien de las almas en nuestra amada Diócesis de Cartagena.

El 19 de marzo de 1955 se concede el Imprimatur para el libro de Juan Fernández, “El Cura Valera. Una vida al servicio del sacerdocio”.

El 10 de junio de 1957, la parroquia de Huércal-Overa pasa a formar parte definitivamente de la diócesis de Almería, siendo su obispo D. Alfonso Ródenas. La secesión tomó vigor el 1º de noviembre de 1957.

22/II/1962  El Ayuntamiento de Huércal-Overa acuerda declarar festividad local la fecha del aniversario del fallecimiento del Cura Valera.

1961-1970

El 15 de marzo de 1962, el obispo de Almería, Don Alfonso Ródenas, proclama oficialmente en Huércal-Overa la apertura por la diócesis de Almería del proceso de Beatificación del Cura Valera, y recibe a la comisión de Huércal-Overa creada al respecto.

En agosto de 1964 la parroquia de Huércal-Overa inicia la publicación del boletín Ecos de Huércal-Overa principalmente implicado en la beatificación del Cura Valera.

En abril de 1965, la parroquia de Huércal-Overa publica el 2º número del boletín Ecos de Huércal-Overa.

En 1966 se publica el tercer número del boletín Ecos de Huércal-Overa

En junio de 1967, se publica el cuarto número del boletín Ecos de Huércal-Overa.

En marzo de 1968, sale a la luz el quinto número del boletín Ecos de Huércal-Overa.

En marzo de 1969, se publica el sexto número del boletín Ecos de Huércal-Overa.

En mayo de 1969, tras intensas jornadas de oración popular, se produce la curación calificada de milagrosa del “Caso Aurora”.

En marzo de 1970, se publica el séptimo número del boletín Ecos de Huércal-Overa.

El 15 de mayo de 1970, la parroquia de Alhama de Murcia publica su Boletín parroquial Amor y Esperanza, reconociendo las virtudes del Cura Valera y el inicio del proceso de beatificación.

1961-1970

Entre 1950 y 1975, el párroco de Alhama de Murcia, D. Sebastián Blesa Parra, compone unas notas biográficas del Cura Valera.

En mayo de 1971, sale a la luz el octavo número del boletín Ecos de Huércal-Overa.

En mayo de 1972 es publicado el noveno número del boletín Ecos de Huércal-Overa.

En marzo de 1973 se publica el décimo número del boletín Ecos de Huércal-Overa.

En marzo de 1974 aparece publicado el último número conocido del boletín Ecos de Huércal-Overa.

El 27 de febrero de 1975, el Ayuntamiento de Huércal-Overa declara festividad local el 27 de febrero, fecha aniversario del nacimiento del Cura Valera.

Durante el año 1977 se produce la re-edición de la primera biografía “Viografía del Sor. Cura D. Salvador Valera”, en Huércal-Overa por Gráficas Sánchez.

1981-1990

Durante el mes de agosto de 1986 se reinicia, esta vez definitivamente, el Proceso de Beatificación del Cura Valera.

El 3 de febrero de 1987 el entonces párroco de Huércal-Overa, D. Gregorio Gea, realiza una convocatoria pública a una reunión prevista para el 6 de febrero de 1987 para relanzar la Causa de Beatificación del Cura Valera.

El 27 de noviembre de 1987, el párroco de Huércal-Overa (D. Gregorio Gea) escribe al entonces obispo de Almería (D. Manuel Casares Hervás) presentándole el proyecto de Estatutos de la Causa de beatificación del Cura Valera.

El 16 de enero de 1988 la diócesis de Almería aprueba oficialmente los Estatutos de la “Junta Pro Beatificación del CURA VALERA”.

El 26 de abril de 1988 se realiza la compraventa de la casa del Cura Valera a favor de la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción de Huércal-Overa, pidiéndose donativos para ello y para poder dedicarla a “un pequeño museo donde se conserven sus recuerdos personales, y en su día, donde se haga un pequeño oratorio”.

El 2 de marzo de 1988, el párroco de Huércal-Overa comunica al obispo de Almería el acta de Constitución de la “Asociación Pro Beatificación del Cura Valera”, pidiéndole el Decreto para su aprobación.

El 8 de marzo de 1988 es otorgado oficialmente el Decreto de erección de la “Asociación Pro Beatificación del Cura Valera” por el Obispado de Almería.

El 12 de abril de 1988, el entonces Presidente de la “Junta Pro Beatificación del CURA VALERA”, D. Gabriel Espinar López, comunica al postulador (D. Romualdo Rodrigo, O.A.R.) su nombramiento.

El 11 de mayo de 1988, el Postulador de la Causa se dirige al Párroco de Huércal-Overa aceptando provisionalmente la tarea y dando algunas instrucciones, pero pidiendo que se piense en otro postulador por estar él muy abrumado de trabajo.

En 1989 se celebró solemnemente el Primer Centenario de la muerte del Cura Valera.

El 17 de febrero de 1989, el Ideal de Almería publica un artículo pidiendo dedicar una calle en Almería al Cura Valera.

El 10 de julio de 1989, la Congregación para la Causa de los Santos comunica al Padre Méndez, arzobispo de Granada, el NIHIL OBSTAT para la Causa de Canonización del Cura Valera.

El 27 de febrero de 1990, el Presidente de la “Junta Pro Beatificación del CURA VALERA” pide oficialmente al entonces Obispo de Almería (D. Rosendo Álvarez Gastón) que incoe el proceso de beatificación del Cura Valera.

El 28 de febrero de 1990 el Párroco de H-O pide al Obispo de Almería que recabe la conformidad definitiva del Postulador así como el nombramiento de un Vice-Postulador en la Diócesis.

El 27 de noviembre de  1990 se informa al Presidente de la Junta de la renuncia del Postulador de la causa y de la elección de otro nuevo, en la persona de D. Juan Sánchez y Sánchez, pidiéndole su aceptación y su designación por acta de Junta.

El 15 de diciembre de  1990, el nuevo postulador pide al Obispo de Almería tenga a bien introducir canónicamente la Causa del Cura Valera y presentándole una lista de testigos a interrogar.

Entre 1990-1991 se nombra a Don Ginés García Beltrán como Vicepostulador de la causa.

1991-2000

El 14 de enero de 1991, el Obispo de Almería (D. Rosendo Álvarez Gastón) publica un Edicto por el que se decreta la Introducción de la causa de canonización del Siervo de Dios Salvador Valera Parra, se constituye el tribunal instructor y se ordena la apertura del proceso para el 26 de febrero de 1991 en la Parroquia de la Asunción de Huércal-Overa.

El 18 de enero de 1991, el Obispo de Almería publica un Edicto por el que se constituye una Comisión de peritos en historia para el proceso de beatificación del Cura Valera.

En febrero de 1991 la Asociación Pro-Beatificación del CURA VALERA publica una Hoja Informativa en la que se da cuenta de las actividades realizadas por la Junta.

El 26 de febrero de 1991 se levanta Acta de la Sesión de Apertura de la causa de Canonización del Siervo de Dios Salvador Valera Parra –Cura Valera.

En diciembre de 1992 se publica la Hoja Informativa nº 2 de la Asociación Pro-Beatificación del CURA VALERA.

En 1993 se realiza la segunda edición del libro de D. Antonio Jiménez Navarro: “El Cura Valera y sus cosas”.

En enero de 1994 se realiza una convocatoria pública para un Certamen poético y Premio de Poesía “Cura Valera”.

En mayo de 1995 el entonces Presidente de la Asociación Pro-Beatificación del Cura Valera (Don Gabriel Espinar) publica una semblanza del santo Cura en el Boletín de la Hermandad de la Virgen del Mar de Almería.

El 14 de junio de  1996 se procede a la clausura de la fase diocesana del Proceso de Beatificación con el sellado y envío de las cajas a Roma.

El 27 de febrero de 1998 se recibe contestación afirmativa de la Congregación de las causas de los santos a la validez de la investigación diocesana realizada en la Curia eclesiástica de Almería, sobre la vida, virtudes y fama de santidad del siervo de Dios, Salvador Valera Parra.

El 19 de noviembre de 1999 la nueva postuladora, Dª Silvia Correale, visita Huércal-Overa.

2001-2010

En febrero del 2005 se publica la Hoja Informativa nº 1 (Segunda época) de la Asociación Pro-Beatificación del Cura Valera.

En septiembre del 2005 se publica la Hoja Informativa nº 2 (Segunda época) de la Asociación Pro-Beatificación del Cura Valera.

En febrero del 2006 se publica la Hoja Informativa nº 3 (Segunda época) de la Asociación Pro-Beatificación del Cura Valera.

En septiembre del 2006 se publica la Hoja Informativa nº 4 (Segunda época) de la Asociación Pro-Beatificación del Cura Valera.

En mayo del 2007 se publica la Hoja Informativa nº 5 (Segunda época) de la Asociación Pro-Beatificación del Cura Valera.

En febrero del 2008 se publica la Hoja Informativa nº 6 (Segunda época) de la Asociación Pro-Beatificación del Cura Valera.

En septiembre del 2008 se publica la Hoja Informativa nº 7 (Segunda época) de la Asociación Pro-Beatificación del Cura Valera.

En febrero del 2009 se publica la Hoja Informativa nº 8 (Segunda época) de la Asociación Pro-Beatificación del Cura Valera.

El 22 de junio del 2009 la Congregación para la Causa de los Santos nombra un nuevo Relator  de la Causa (Rev. P. Vincenzo Criscuolo O.F.M.).

En septiembre del 2009 se publica la Hoja Informativa nº 9 (Segunda época) de la Asociación Pro-Beatificación del Cura Valera.

En septiembre del 2009 el periódico local Huércal-Overa al día publica un artículo de Juan Alonso Resalt “Sobre la santidad del Cura Valera”.

En febrero del 2010 se publica la Hoja Informativa nº 10 (Segunda época) de la Asociación Pro-Beatificación del Cura Valera.

El 26 de febrero del 2010 se celebra la Festividad anticipada del Cura Valera en Huércal-Overa puesto que el 27 de febrero es consagrado obispo de Guadix el huercalense,  Monseñor García Beltrán, quien declarará en su misa de consagración que el Cura Valera es su modelo de sacerdocio.

El 15 de marzo del 2010  se abre un grupo en Facebook sobre la figura del Cura Valera.

El 12 de julio del 2010 se inician los trabajos de rodaje y recogida de testimonios para la elaboración de un documental sobre la figura del Cura Valera.

El 24 de octubre del 2010 se realiza la Presentación oficial de la nueva biografía breve de nuestro santo Cura Valera en la Iglesia Parroquial de Huércal-Overa.

Con ocasión de las fiestas navideñas, el 28 de diciembre del 2010 se procede a la Presentación oficial y estreno del documental sobre nuestro santo Cura Valera, realizado por Siloé Films por encargo de la Asociación pro-canonización del Cura Valera.

Ese mismo mes sale a la venta el DVD con la película del Cura Valera presentada oficialmente el pasado 28 de diciembre del 2010 (aquí se puede ver el trailer).

2011-

En febrero del 2011 se celebra con ocasión de la Festividad del Cura Valera en Huércal-Overa el 195º aniversario de su nacimiento.

En febrero del 2011 se publica un artículo sobre el Cura Valera en el periódico electrónico nacional El Imparcial.

  1. #1 by juan resalt on 30 diciembre 2009 - 23:53 pm

    como hijo de huercal overa me gustaría ver al cura valera en los altares

  2. #2 by juan resalt on 30 diciembre 2009 - 23:55 pm

    mi familia siempre ha confiado desde mi bisabuelo juan resalt el juez e impresor (1889)en el cura valera.

  3. #3 by Juan resalt on 1 marzo 2010 - 18:35 pm

    Si todos tiramos un poco del carro de la santidad de Don Salvador,es muy posible que nuestra generación pese a los 121 años de su muerte, veamos en los altares a nuestro santo.

  4. #4 by isabel valera on 13 abril 2010 - 3:46 am

    yo vivi en huercal overa hasta que tuve dos años en ese momento mis padres me trajeron a vivir a la republica argentina,y siempre desde muy chica mi papá me hablo de los milagros realizados por el santisimo cura valera era tio de mi abuelo paterno, tengo la imagen de su foto puesta en mi casa en memoria de un familiar muy querido, mi padre se llamava alonso valera parra.Me gustaria tanto que sea santificado.Saludos y besos al pueblo de huercal overa. Firma: Isabel Valera.

  5. #5 by Juan Uribe Uribe on 19 septiembre 2011 - 8:59 am

    Yo nací en la C/. Cura Valera y siempre lo he tenido presente en mi memoria. Al caer enferma una amiga de Huercal empecé a rezar al CURA VALERA por su curación. Desde ese día no he dejado de rezar su oración todas las noches.

  6. #6 by Edivaldo Gomes Pinto Júnior on 3 febrero 2012 - 17:49 pm

    Salve Maria!

    Recentemente ao visitar Huércal-Overa, tomei conhecimento da vida de santidade de D. Salvador Valera Parra, excelso cordeiro do rebanho do Senhor. Sua dedicação aos mais sofredores da cólera em sua época me comoveu profundamente. Sua humildade e caridade me serviram de profundo exemplo. Ainda, tenho um familiar de nome Salvador, o que muito me alegrou por ser o nome parecido com o de nosso D. Salvador Valera Parra.

    Desta forma, se possível, peço o envio de uma relíquia para me aproximar mais de D. Salvador Valera Parra e também para promover sua devoção para minha família e meus amigos.

    Eis o endereço ao qual peço que seja enviada:

    Edivaldo Gomes Pinto Júnior
    Rua Pres. Epitácio Pessoa, 340, Centro
    Solânea – PB – Brasil
    CEP: 58225000

    In cordi Jesu et Mariae,

(No será publicado)


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